El ictus es una enfermedad cerebrovascular en la que el flujo sanguíneo del cerebro es insuficiente o se obstruye. Al no llegar oxígeno suficiente, las células nerviosas dejan de funcionar, y esto produce pérdida de fuerza o sensibilidad, visión doble, sensación de vértigo, alteración del habla, dolor de cabeza, parálisis de cara, brazo, pierna o un lado del cuerpo, o incluso la muerte.
En España se identifican 120.000 casos de ictus al año. Se trata de una enfermedad más frecuente a partir de los 55 años. Es una realidad que existe un cambio demográfico en nuestra sociedad que hace que cada vez tengamos una población más envejecida. Por tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que en el 2050 el 46 % de las personas mayores podría tener riesgo de sufrir un ictus. Continuar leyendo