Explica muy bien Antón Costas en una entrevista cómo, a lo largo de la historia, los hitos de disrupción tecnológica han generado inicialmente siempre un incremento de la desigualdad, que luego la sociedad ha ido corrigiendo en el tiempo. Esta década que cierra el 2020, hemos estado más en la primera parte (más desigualdad), que en la segunda (la sociedad que se moviliza para arreglarlo).
No me sorprende, por ello, que en la última encuesta de percepción social de la innovación en España, presentada por COTEC este mes de enero, la confianza de los ciudadanos en la innovación acumule una caída de dieciséis puntos porcentuales en solo dos años (89 % en 2017, 80 % en 2018, 73 % en 2019). Continuar leyendo